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Nuestro cliente quería incrementar el atractivo del vestíbulo del edificio K2 en Kirchberg. La idea consistía en utilizar un amplio espacio diáfano para conectar la entrada principal con el jardín situado en la parte trasera del edificio. El ambiente pretendía tener un carácter distendido, con el fin de instar a los empleados a tomarse un café, sentarse y charlar, tal como harían en un parque. En esta ocasión, Tétris colaboró con una prestigiosa interiorista, Elodie Lenoir. La colaboración fue fructífera y el resultado fue convincente tanto para el arrendador como para los arrendatarios.