En la era del trabajo híbrido, la oficina física debe ofrecer ventajas únicas que no puedan reproducirse en otros espacios.
A medida que más empresas se enfrentan al reto de atraer a los empleados de vuelta a la oficina, el diseño inclusivo del lugar de trabajo puede ser la solución. En todo el mundo, los empleados están en la oficina unos tres días a la semana, y un tercio de las empresas aplican alguna forma de asistencia obligatoria. Según un estudio de la Billie Jean King Leadership Initiative, las empresas pueden reforzar una cultura integradora que atraiga activamente al 83% de los empleados si crean espacios que respondan a sus diversas necesidades y les ayuden a dar lo mejor de sí mismos.
He aquí cinco formas importantes en que el diseño puede mejorar la diversidad, la equidad y la inclusión en el lugar de trabajo, impulsando la vuelta a la oficina.
1. Fomentar la conexión social
Para el 73% de los empleados, su principal motivación para estar en la oficina es pasar tiempo social con sus compañeros.
El espacio físico donde los empleados pueden interactuar es clave para esas conexiones sociales. Un diseño adecuado puede dinamizar el trabajo híbrido y ayudar a las empresas a aprovechar al máximo el espacio que disponen.
Mientras que antes las oficinas necesitaban un escritorio por empleado, el trabajo híbrido permite reasignar el espacio de los escritorios como espacio común o de colaboración. Las distribuciones flexibles también maximizan la utilidad del espacio mediante particiones móviles -como cortinas fonoabsorbentes- y mobiliario modular que se reorganiza fácilmente para crear espacios de reunión ad hoc según las necesidades.
También hay ventajas para las empresas: cuando la gente colabora en persona, aumenta la productividad, la creatividad y la cultura. Al facilitar las conexiones sociales que buscan los empleados, el diseño del lugar de trabajo puede mejorar la inclusión y comprometer más a las personas con el entorno de la oficina.
2. Conectar con los empleados a través de un diseño intencionado
Adaptar el diseño del lugar de trabajo a determinados tipos de trabajo e interacciones puede aumentar significativamente el compromiso de los empleados. Esto incluye recursos que pueden ser exclusivos de la oficina, como espacio para trabajo de concentración, formación y eventos sociales. La clave está en entender qué necesitan los empleados de una empresa del espacio de oficina. Por ejemplo, los estudios demuestran que los empleados dedican el 51% del tiempo de oficina al trabajo concentrado y el 23% a la colaboración virtual, lo que indica la demanda de un espacio de trabajo individual.
Crear este entorno intencionado que se alinea con los estilos de trabajo y las preferencias de los empleados ayuda a que el lugar de trabajo resuene con ellos, fomentando un sentimiento de pertenencia e inclusión. La incorporación de elementos que reflejen la cultura local y los valores de la empresa también puede afianzar la oficina en su entorno y hacer que el espacio cobre más sentido.
La mejor forma de trabajar varía de una persona a otra, y el trabajo significa cosas distintas en diferentes partes del mundo. Un diseño de oficina que refleje este hecho es el más adecuado para atraer a empleados diversos.
3. Crear espacios variados para satisfacer necesidades diversas
El diseño puede aprovecharse para mejorar el bienestar mental, físico y social en la oficina, creando un entorno más integrador para un amplio espectro de necesidades de los empleados. Los conocimientos sobre rendimiento basados en la ciencia pueden ayudar a desarrollar espacios de trabajo innovadores para liberar el potencial creativo de empleados diversos, como espacios abiertos que inspiren a personalidades extrovertidas o zonas privadas en las que los introvertidos se sientan más a gusto. Para lograr un entorno confortable en todo el plan de espacios, es fundamental un cuidadoso diseño acústico, uno de los factores más importantes en la experiencia del empleado.
Las necesidades neurodivergentes también pueden satisfacerse con un diseño que tenga en cuenta la experiencia sensorial y el impacto de la luz, el sonido, los materiales y los aromas. Por ejemplo, los phone booths pueden ser un escape agradable del ruido de la oficina; la luz natural puede ser más confortable que la iluminación artificial brillante.
Un diseño de oficina inclusivo que tenga en cuenta estos matices ayuda a crear un entorno memorable en el que los empleados sientan que se satisfacen sus necesidades, lo que mejora su compromiso.
4. Incorporar espacios de uso mixto para el rendimiento
A medida que evolucionan los estilos de trabajo, los espacios de uso mixto que combinan trabajo, ocio y actividades sociales pueden ser la clave de unas oficinas más inclusivas y sostenibles que favorezcan el rendimiento de los empleados.
Tanto si trabajan a distancia como en la oficina, el 67% de los adultos estadounidenses afirman sentirse «a veces» o «a menudo» solos en el trabajo. Un entorno más dinámico y social puede crear oportunidades interactivas, fomentando encuentros espontáneos que construyan comunidad e impulsen la innovación. Por ejemplo, el diseño del lugar de trabajo podría inspirarse en un club social, ofreciendo espacios de coworking, gimnasios bien equipados y cenas in situ para crear una experiencia en la que la gente realmente quiera estar.
Este enfoque holístico es clave en la sede de TravelPerk en Barcelona, donde un lounge, un work café, un coffee bar, una biblioteca y numerosos espacios de trabajo flexibles fomentan la interacción cara a cara y la cultura de empresa.
5. Aprovechar los conocimientos de la neurociencia sobre cómo trabajan las personas
Lo que constituye “el lugar de trabajo” ha evolucionado más allá de la oficina física. Esto está inspirando a los investigadores a explorar la neurociencia que subyace al modo de trabajar de las personas y lo que les ayuda a dar lo mejor de sí mismas. Por ejemplo, en un estudio en el que se escaneó el cerebro de voluntarios se descubrió que estaban un 12% más comprometidos por la mañana cuando colaboraban que cuando trabajaban individualmente.
Este tipo de diseño basado en el conocimiento puede ser fundamental para crear entornos inclusivos que ayuden a los distintos empleados a dar lo mejor de sí mismos. Puede consistir en recomendar que las reuniones se celebren cuando el nivel de compromiso cognitivo de los empleados es más alto, en utilizar generadores de ruido blanco para crear una sensación de comunidad de baja distracción o, sencillamente, en diseñar espacios en los que los empleados prefieran trabajar.
Si las empresas entienden cómo se comportan sus empleados y cómo responden a los distintos entornos de trabajo, pueden diseñar entornos que impulsen la productividad, el bienestar y la innovación. A medida que evolucione la ciencia del trabajo, estos conocimientos serán cada vez más útiles para crear entornos en los que todos prosperen y quieran estar.
Conoce de la mano de nuestros expertos la ciencia del trabajo y su papel en el diseño del lugar de trabajo.
Adrian Davidson - Tétris Head of Design, Ben Hamley - Future of Work Lead APAC de JLL, y Guzmán de Yarza - Head of Consulting UK&I de JLL, hablan de cómo el diseño centrado en las personas crea un entorno de oficina atractivo.
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